El ser humano día a día está inmerso en cuestionamientos y respuestas que dar, temas por resolver y otros por ahondar. Preguntas que lo llevan a reflexionar, evaluar y resignificar su conocimiento, e incluso alterar su forma de sentir, actuar, expresar y meditar. Así como es de amplio hablar sobre el ser humano, sobre sus emociones, sentimientos y la vida misma. También escribir sobre el Espíritu Santo llega a ser complejo, ¿Quién es el Espíritu Santo? Un reconocido escritor noruego refirió “Una sola pregunta puede contener más pólvora que mil respuestas” (Jostein Gaarder), por otro lado, Freire cita que gracias al preguntar nace también la curiosidad, y con la curiosidad se incentiva la creatividad. Humanamente dar respuesta a ¿Quién es el Espíritu Santo? Lleva a examinar el saber que se tenía en el ayer, pero también impulsa la curiosidad, de conocer su deidad. El Espíritu Santo es una persona y un amigo que promete estar contigo y conmigo, no es comúnmente un “pana, tío, pibe, cuate, parcero o llave”, el Espíritu Santo concede poder y valentía aun cuando se ha perdido la gallardía. Durante la madurez y crecimiento espiritual se comprende que el Espíritu es quien nos guía a la verdad, y habita en cada corazón, es quien nos ayuda a orar y si se le permite poner las palabras indicadas para evangelizar, en tiempos de dolor él es nuestro consolador. Por lo general el rol de un amigo en lo natural es escuchar y ayudar, disponer de su talento y voz para acercarnos a Dios, pero el Espíritu Santo es quien nos conecta con Dios, en vez de disponer sus habilidades, es él que concede las capacidades, puede dirigir, enseñar y convencer. En medio de la debilidad, duda, miedo y preocupación, el Espíritu Santo intercede por nosotros con pasión.
Ahora tenemos muchas características, pero no una definición. Somos como niños al definir la atracción principal de un parque de diversiones, expresamos nuestras sensaciones, pero no damos con el origen de las mismas. Entonces al parecer estamos sumergidos en un bucle sin salida. Para romper dicho bucle vamos a realizar ingeniería inversa y así se responderá la pregunta inicial. El Espíritu Santo es una persona, por lo cual podemos definir que es alguien que puede pensar, al poder pensar tiene la capacidad de otorgar de su poder, por lo cual lo podemos definir como Señor, también es un motivador y acompañante profesional, ya que nos da la valentía para afrontar cualquier problema o reto, es un orador y conversador nato, quien nunca nos haría sentir como en un orfanato, nos otorga palabras cuando no las tenemos y nos escucha cuando nos sobra léxico. Normalmente cuando las palabras sobran es porque no estamos de acuerdo con algo y él simplemente hace de consolador, a decir verdad, se podría seguir sacando definiciones de él y nunca acabaría. Cuando una persona abarca este término de manera tan sobresaliente simplemente se le llama Dios. Eso es el Espíritu Santo, Dios.
Mileidys Angulo y Dimas Mendoza