CULTURA DEL REINO

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Somos conscientes de la bendición que es haber sido escogidos por Dios, su palabra nos dice en 1 Pedro 2: 9-10 “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;  vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.”, entonces nos recuerda que realmente nosotros no teníamos ninguna dirección pero él no solo nos apartó, sino que nos dio un fin, y es anunciar las virtudes de Dios. 

Pero, ¿cómo podemos anunciar las virtudes de Dios? ¿Cuál es la forma adecuada? 2 Timoteo 4:5 dice: “Pero tú, Timoteo, mantén la calma en todo momento, soporta los sufrimientos y anuncia siempre la buena noticia. Haz bien tu trabajo.” Este mensaje nos da una ilustración clara de que la mejor forma de cumplir nuestro propósito es mediante nuestro ejemplo. 

Dicho esto, hemos sido invitados a vivir una vida de paz, que siempre nos encontremos siendo pacificadores, no alentadores de altercados y disgustos entre hermanos, que busquemos la armonía en nuestras familias y amigos.

Somos llamados a vivir en justicia, que las corrientes de este mundo no nos influencien sino tener siempre la madurez para ser justos en todo tiempo, teniendo claridad que no hemos sido llamados a juzgar ni condenar, sino a practicar la justicia sabiendo que siendo pecadores, el Señor nos amó y nos limpió por tanto toda condenación ha sido quitada para los que en él creen.

Somos convocados a vivir en amor, unos con otros, como Dios nos enseña, amando a nuestro prójimo como a nosotros mismos y todo lo que implica, porque no es solo no ignorar, sino mostrar interés genuino por el otro y ocuparnos de sus debilidades para que podamos caminar al mismo ritmo, consientes que somos un solo cuerpo y como tal cada miembro necesita del otro para seguir.

Somos llamados a vivir en santidad. Él nos dice en su palabra: “sed santos porque yo soy santo”, sabemos que como seres humanos tenemos la tendencia a pecar, pero no ignoramos que somos apartados por la misericordia de Dios y no vamos a enfrentar nada para lo que Dios no nos haya facultado para salir victoriosos, pues también nos enseña que él nunca permitirá más carga de la que podamos resistir, esta promesa no solo enmarca responsabilidades sino también dificultades.

Todo esto nos llevará a tener una vida coherente con lo que somos, Jesús dijo: “ Yo soy el camino y la verdad”, entonces, que nuestras vidas siempre sean un reflejo de la verdad que él implantó en nosotros cuando nos escogió, alimentándonos diariamente de su palabra, la cual nos ayuda a comprender y aplicar su sabiduría eficientemente.

YASMIN ASTRID MONTAÑEZ SALAMANCA

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