¿Cómo podemos garantizar que cada acción y decisión que tomamos es la que mejor nos conviene?, es un interrogante que diariamente me hago y estoy segura que la mayoría de nosotros lo hacemos, si no es que todos; usualmente utilizamos variables o filtros para determinar o acercarnos lo más posible a la “mejor decisión”, según nuestra visión. Pero, si nuestra visión no es la correcta, es decir, si las motivaciones e inclinaciones no son ni siquiera socialmente correctas, ¿de qué servirían las variables o filtros utilizados?
Para reflexionar sobre el tema tomamos en consideración Jeremías 17: 5 “«Malditos son los que ponen su confianza en simples seres humanos, que se apoyan en la fuerza humana y apartan el corazón del Señor.” (NTV) Con este primer versículo, notamos lo anteriormente expuesto. Realmente es una lástima, aunque es lo más común, ver que el ser humano se guía por sus motivaciones, esto es lo más tonto que podemos hacer; lo dice claramente, “Malditos son los que ponen su confianza en simples seres humanos” en pocas palabras, maldito el hombre que confía en sí mismo.
Más adelante Jeremías 17:7-8 “Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto” (RVR1960). Vemos la promesa de poner la confianza en Jehová, de que todo será para bien, y Dios es tan claro que no nos dejó solamente escrito las consecuencias de hacer nuestra voluntad “confiar en el hombre” y las bendiciones de confiar en Jehová, sino que también nos explica por qué no podemos confiar en nosotros mismos, en Jeremías 17: 9-10 nos dice: “engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿Quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.” (RVR1960). Entonces podemos tener planeada nuestra vida, con todos los puntos y comas que requiere, podemos habernos basado en estadísticas verídicas, pero si no tenemos en consideración a Dios antes de seguir adelante, lo único seguro que tenemos es una equivocación, porque lo dice textualmente, nuestro corazón es engañoso y perverso, es decir que nunca se inclinaría por algo bueno, porque somos incapaces de alcanzar lo bueno alejados de Dios, además, nos advierte, que Él es el único capaz de conocer nuestros corazones, pues escudriña la mente y prueba los corazones, solo Dios tiene la capacidad absoluta de determinar el mejor camino para cada uno de nosotros.
Dicho esto, podemos concluir que efectivamente, nuestra voluntad nunca nos proporcionará felicidad, solamente poniendo nuestra confianza imperiosa en Jehová podemos garantizar una guía adecuada donde la paz y felicidad será una realidad.
YASMIN ASTRID MONTAÑEZ SALAMANCA