Todos somos conscientes que estamos en este mundo con un propósito determinado, no estamos por casualidad y debemos permitirnos transitar la vida con la certeza que nuestro actuar tendrá un impacto en la sociedad. Ahora, la calidad del impacto será determinado por la calidad de nuestro aporte y recordemos que nadie está capacitado para dar más de lo que tiene, entonces en la medida que nosotros nos eduquemos, seamos diligentes en crecer en autoconocimiento y perseverantes en buscar ser cada día mejores, gestionando nuestras debilidades y fortaleciendo nuestras habilidades natas, esas que se nos facilitan o que las podemos desarrollar con un mínimo esfuerzo, podemos ser capaces de lograr un crecimiento que no solamente beneficie a mi propio ser, sino que tenga impactos al mundo que me rodea.
Ahora bien, antes que nada es vital como lo dije anteriormente el autoconocimiento, y es que esto no se limita simplemente el saber para que somos buenos, claro que es muy importante porque será en parte nuestro motor para poder facilitarnos de cierta forma el camino que necesitamos transitar para llegar a nuestro objetivo planteado o propósito de vida. Pero, el autoconocimiento es clave porque será el que determine el alcance al cual podemos estar expuestos entregando lo mejor de sí en la sociedad.
Debemos tener en cuenta tres áreas importantes que nos afectan, la primera es nuestras tradiciones, todos hemos crecido en contextos diferentes, tanto familiares, económicos y sociales y esto ha creado patrones dentro de nosotros para reaccionar frente a cada situación, sabemos que las personas que han sido muy controlados desde pequeños y supervisados son personas que generalmente les cuesta ser más independientes, son menos arriesgados porque buscan siempre encontrar esa seguridad o estabilidad para tomar una decisión, en cambio, los que han sido muy independientes desde siempre son más osados y hasta imprudentes porque no necesitan un plan completo para asegurar la estabilidad del anterior, en ninguno de los casos está mal, lo importante es lograr encontrar un punto medio que me permita actuar desde un nivel de conciencia, seguridad y libertad, sin perder el control de la situación. El segundo es nuestro entorno que está ligado mucho al anteriormente mencionado, pero que tiene que ver más con el hoy, lo que he vivido, las personas que me rodean, la formación que tengo, el medio donde nos encontramos, esto que nos habilita o nos limita para actuar o tomar una decisión. Y por último pero no menos importante nuestras espiritualidad, partimos del hecho que creemos en Dios y que durante un tiempo hemos venido formándonos y creciendo en conocimiento de la fe en Él, sabemos que dentro de nosotros mora el espíritu santo el cual nos aconseja y nos guía en todo momento y que en la medida que nosotros nos alimentemos de la enseñanzas de la palabra de Dios escucharemos de una forma más clara cada instrucción o consejo. Pero sabemos que antes que nada somos humanos con una naturaleza pecadora que no solo conlleva al hecho de ser imperfectos en esencia pues somos incapaces de hacer el bien apartados de Dios, sino que tenemos muchas debilidades naturales que nos limitan a dar el todo en todo momento.
Entonces para concluir, primero debemos ser conscientes que somos imperfectos y que así como tenemos muchas habilidades, también tenemos cosas que sean por crianza, formación o circunstancias de la vida, no nos es fácil afrontar, pero que la clave es acudir a nuestro creador, que nos amó aun sabiendo lo que somos, que además tomó la decisión de morar en nosotros y ser guía para dirigirnos por la senda correcta, solamente él, puede ayudarnos a sanar y fortalecer cada área de nuestra vida que por cualquier motivo o situación ha sido lastimada y usarla muchas veces para dar testimonio de su amor, porque es importante entender que cada escenario vivido Dios lo transforma primero en crecimiento de nuestro carácter y segundo en impacto social.
YASMIN ASTRID MONTAÑEZ SALAMANCA