Madre es una palabra tan profunda, perfecta y completa al igual que la palabra mujer, ya que están directamente ligadas, porque tenemos un poder maravilloso que es dar vida, y ser gestoras de una generación.
Estoy totalmente segura que muchos han escuchado esta típica frase de mamá “cuando tenga hijos, me va a entender”, para muchos en algún momento de la vida era algo que pasábamos de largo y más porque probablemente venía dentro de un regaño.
Tal vez esta frase era incomprensible ya que ponernos en los zapatos de nuestra mamá era bien difícil por las siguientes razones:
-En nuestra niñez, nos costaba renunciar a la pataleta que hacíamos cuando no nos daban lo que pedíamos, el típico dulce nocturno,la maratón de mickey mouse, o estar en el parque hasta que ya nos entrara el frío.
-En la adolescencia nos hubiese tocado dejar el enojo, que nos daba cuando no nos dejaban salir donde queríamos, cuando no nos compraba lo que estaba de moda y todo el mundo usaba, o cuando nos prohibían la amistad con alguien.
-En la universidad era dejar la frustración cuando no nos aceptaban el novi@, y la pena cuando llamaba de casa en casa o de amigo en amigo para preguntar dónde estábamos.
-En las noches cuando llegabamos tarde, aguantar una mala cara con regaño incluido, que venían con más frases típicas de mamá: “no he pegado el ojo esperando que llegara” o algo como “me tenía con el Cristo en la boca”
En esas etapas no podíamos entender la verdadera intención que venía detrás de cada una de estas acciones, la preocupación que le generaba a mamá el pensar que algo malo nos podía pasar o creer en el famoso instinto materno que sabe cuando alguien no nos conviene, y llegar a reconocer que es la persona que más nos conoce en el mundo, que sabe cuando le mentimos, y que también se le arruga el corazón cuando ve que estamos tristes o que nos preocupa algo.
En ocasiones hemos pasado por alto que todo lo que somos y como somos, es gracias a nuestras madres. Con ellas aprendimos la ternura,la dedicación, incluso hasta llevar ese coach interno que invita a pensar que todo siempre va a estar bien, y que sin importar la situación tienen esas palabras de aliento y motivación para compartir con los demás, y también tienen solución para cada problema, porque además siempre saben hacer de todo. Para mi, ellas son heroínas sin capa y su superpoder es el amor que tienen para sus hijos.
Ellas confían en nosotros como nadie más lo puede hacer, siempre pensamos: “ay! me dices todas esas cosas bonitas porque eres mi mamá”… y lo que no entendemos es que nos aman incluso más de lo que se pueden amar ellas mismas. Para nuestras mamás no existe nada más especial y único que sus bebés, ya que sin importar la edad siempre nos van a ver así; no existe nada en el mundo que podamos hacer para que ellas nos dejen de amar… siempre vamos a ser sus personas favoritas.
Eso lo vivimos como hijos, y cuando nos volvemos madres o padres, pensamos cuánta sabiduría tenía mi mamá con aquellas frases, porque empezamos a sentir todo lo que ellas sintieron en cada etapa y en ese momento logramos ponernos en sus zapatos.
En esta etapa de padres entendemos que nos es una tarea fácil, y si pensamos hoy la tenemos más sencilla ya que encontramos más ayudas a la mano, internet con muchos consejos, psicólogos especializados en familia que tienen sus canales en youtube, o espacios físicos como los que tenemos en Faro Psicopedagogía donde creemos firmemente que desde la familia podemos crear una mejor educación para nuestros niños y así brindarles un mejor futuro.
Antes, nuestras madres eran guiadas por su instinto, y con la figura de madres con las que crecieron y si para nuestras mamás fue difícil para nuestras abuelas fue más fuerte aún, ellas venían de una educación que usaba la famosa frase la “letra con sangre entra” o para ser más coloquial el famoso “rejo ventiado”, como decía la mía.
Hoy el llamado es a valorar ese amor que nos dan nuestras madres, cada esfuerzo que han hecho por sacarnos adelante, cada sonrisa de felicidad por nuestros triunfos y cada lágrima por nuestra inconsciencia de hijos ya que muchas veces pensamos en nosotros y muy poco en ellas.
En este tiempo de cuarentena, hagamos ese respectivo análisis de lo mucho que representan en nuestra vida y que no sería igual sin ellas… si la tienes a tu lado abrázala tan fuerte que sienta que se vuelven uno solo; si ya no vives con ella, una video llamada con la mejor sonrisa y las palabras más dulces que salgan de tú corazón para que este distanciamiento, los haga sentir más cercanos.
Estamos llamados a honrar a nuestros padres, siempre debemos agradecer por sus vidas para que ellos como nosotros podamos tener larga y abundante vida en la tierra… y si tu mamá es un ángel que te cuida desde el cielo, realiza la oración más genuina para que sea el mismo papá Dios quién pueda darle un abrazo de tú parte.
Una de nuestras responsabilidades como mujeres es trabajar mucho en nosotras mismas, ya que tenemos una vida que nos observa y sigue cada uno de nuestros pasos, debemos conocer e identificar nuestras emociones para así aprender a conocer a nuestros hijos, porque muchas veces las vemos reflejadas en ellos, identificar el propósito que tienen para su vida, apoyarlos en sus gustos y talentos… con el firme propósito de educar hombres y mujeres que puedan aportan bienestar al mundo.
GRACIAS MAMÁ POR TÚ AMOR Y POR ENSEÑARNOS A AMAR… FELIZ DÍA.
Su blog es una bendicion, gracias por ser servidores de nuestra juventud y sabiduria para nosotros los padres que por fuera parecemos saberlo todo pero que muchas veces necesitamos ser orientados❤🌷🌺🌹
Nos Hace muy feliz, poder orientarte.
Hermosa reflexion .
Una gran verdad… Gloria a Dios por ese rol tan maravilloso!
Definitivamente mamá es mamá, qué bonito leer todo esto y entender una vez más el amor de madre, infinito y sin condición, a todas las madres felicitaciones porque son las mejores, Dios las bendiga siempre.