Todos somos un faro de luz, esperanza, vida y dirección

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Hola, te damos la bienvenida a este nuevo espacio donde queremos conectarnos contigo de una manera diferente, directa y sintiéndonos en confianza como en la sala de un muy buen amigo, adelantándonos de lo último que nos ha pasado en nuestras vidas; …y que no nos falten, las risas, buenos momentos, recuerdos, reflexiones y enseñanzas, así como una típica conversación entre panas.

Empecemos hablando de lo general para terminar en lo específico, entonces contextualicemos, ¿Qué es un Faro? según Wikipedia, es una torre alta situada en las costas y puertos que emite una luz potente a intervalos para orientar de noche a los navegantes o a los aviadores cuando la vista está muy nublada y no se puede ver el rumbo que se deba seguir o al que se desea llegar.

El Faro es una conexión con la tierra firme, con lo sólido, con lo estable a través de la luz, es la guía en momentos de confusión… Ahora, los invito a prender el control de la imaginación, y por un instante ponernos en plan de navegantes, claramente al ser inexpertos necesitamos alguien que nos ayude, nos apoye guiándonos, y nos enseñe cómo navegar con una de esas típicas clases exprés de un día donde se une la teoría con la práctica ¡esas que normalmente vemos en groupon!

Arrancando todo es perfecto, en el día podemos apreciar los paisajes mientras vamos montados en aquel velero, estamos tranquilos, porque alguien tiene el control, esa persona sabe del tema, estamos aprendiendo el manejo y además disfrutándolo. Pasadas las horas empieza a oscurecer y de pronto la marea se pone fuerte, comienza a nublarse todo y es difícil ver… pero aún estamos tranquilos porque hay alguien que sabe y está a cargo.

Al entrar la noche, la luna ayuda a que la marea sea más fuerte y la niebla demasiado densa, hace que todo alrededor sea difícil de observar, entonces, la persona a cargo suelta el timón, y pierde el rumbo, a causa de eso se pierde el sentido hacia donde debería ir el velero y por ende las coordenadas; ¡importante recordar, este velero no tiene satélite, como para decir hay una ayuda extra!  es más, del desespero, el encargado decide que es mejor nadar y se tira al agua y no podemos seguirlo porque las clases de natación aún no las hemos tomado, y lo mucho o poco que sabemos del tema no nos alcanza para nadar en mar revuelto, ¿Qué hacemos?… sí, yo sé, pienso igual que ustedes ¡mucho fariseo! como nos va a sacar a dar una vuelta y después nos deja tirados, solos, sin saber cómo encontrar el camino, con miedo profundo de no entender la situación, no sabemos qué camino tomar, aun no sabes las opciones que tenemos, ¡pues hombre, era la clase uno!

Con esta metáfora, quiero que nos aterricemos en ese momento de la vida en el que nos pasó algo similar, ese momento donde todo se puso complicado sin verlo venir, donde la situación difícil nos tocó enfrentarla solos, donde esa persona que nos dice que nos ama, nos abandona o traiciona, donde ese familiar al que amamos ya no está, donde la estabilidad económica que teníamos la perdimos, dónde esa enfermedad que ni sabíamos que existía cambia de repente nuestra vida de un momento a otro…  y ahora solo vemos nublado, montados en este velero que a causa de la marea pesada que se mueve con ganas de hacernos caer, nos lleva a una situación de miedo, de desasosiego, dudas, donde es muy difícil ver la salida… verdad?

Bueno, volvamos a activar la imaginación, estamos en el velero y sencillamente nos sentamos probablemente a llorar, a gritar para ver si alguien nos escucha, a buscar las instrucciones en algún lado, tratando de no perder la cabeza con la rabia, la angustia y con la poca fuerza que nos queda nos aferramos a una baranda para que la brisa no, nos tire al mar.

A lo lejos, vemos una luz en medio de la nubosidad y logramos despertar la esperanza que estábamos perdiendo, la podemos sentir, algo así como ¡cuando tú mamá te levanta de pequeño y lo primero que hace es prender la luz del cuarto para irrumpir en esa oscuridad que te cuidaba el sueño! ahí vemos esa luz bien borrosa, pero que ayuda a despertar y nos dan esas ganas de seguirla para salvar nuestra vida; ó así como esa sensación que te produce al finalizar el día, cuando sólo quieres dormir, pero ves que la luz de la sala se quedó prendida y ya estabas en cama a punto de fundirte en un profundo sueño y te levantas rápidamente para apagarla, porque te duele más el bolsillo que el sueño que tienes y entonces vuelves a cama preparas el escenario, para que sencillamente puedas descansar!

Esa misma sensación, la podemos sentiral lograr ver esa luz en medio de lo confuso, y la seguimos con convicción sabiendo que es el único camino seguro para por fin dejar ese velero, y esa situación de riesgo que estamos viviendo. Nos dirigimos a la luz sin dudar, en línea recta, hacemos un llamado al control para recordar las clases de navegante primíparo, ya que por fin sabemos hacia dónde ir, porque encontramos un camino a tierra firme.

Volviendo a nuestra situación, sí encontramos ese doctor que nos pueda curar la enfermedad, al mejor economista del mundo que pueda solucionar todos nuestros problemas financieros, y sí de paso ahí mismo encontramos al amor de nuestra vida, ¿Le seguiríamos en línea recta, como a esa luz que encontramos en medio de la tormenta?

Y que, sí además de encontrar la respuesta, esa misma ayuda nos devuelve el control y la seguridad de nuestro velero (vida), nos enseña a navegar hasta en las tormentas más indomables, a ver en la niebla más densa, mientras que disfrutamos el viaje, y poco a poco, nos prepara para que en algún momento seamos nosotros esa luz, de faro personal, que se sube al velero de alguien más, para también enseñarlo a viajar, y no ser como aquel ¡fariseo! que a la primera saltó al mar y nos abandonó; es por esa misma sensación, que nos decidimos a ser ese acompañante que no abandona y que por más dura que sea la lección sigue escudando hasta dejar ese velero (vida) en tierra firme, y en esta oportunidad no ser esa clase exprés por un día, al contrario, ayudar a encontrar a ese amigo leal de por vida.

En FARO PSICOPEDAGOGIA, somos ese espacio en el que puedes encontrar esa luz, para cada situación que estés viviendo y en ese proceso, también podemos formarte para ser ese instrumento en la vida de los demás para que también encuentren la luz… TODOS SOMOS UN FARO personal para la situación de alguien, y somos una guía, esa ayuda para llegar a ese faro de tierra firme.

“Te he puesto para ser luz a las naciones, para que lleves salvación hasta el último rincón del mundo”

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10 Comentarios
Olga
Olga
4 años

Muy cierto Dios nos puso como luz y sal de la tierra
Excelente poder ser parte de Faro psicopedagogia

Carolina Ruiz
Carolina Ruiz
4 años

Así es estamos llamados a ser luz en medio de la oscuridad y así como otros van a ser faros para nosotros, debemos estar preparados y dispuestos para ser ese faro para alguien más. No estamos sólos, cómo hijos de Dios podemos marcar la diferencia en la vida de las personas que nos rodean, mostrar el amor y presencia de Dios, trayendo esperanza con su poder que se hace fuerte en medio de nuestra debilidad, con Él todo es posible.

Sara Lopez
Sara Lopez
4 años

👏🏻👏🏻👏🏻🤗

Yenny
Yenny
4 años

Genial me encanto, excelente reflexión, Dios nos creó con Luz propia y somos la luz que el mundo necesita .

Loraine Daza
Loraine Daza
4 años

Linda reflexión, excelente mensaje… Hemos sido llamados con el propósito perfecto de ser luz para cada persona que nos rodea y que necesita de nosostros.

Elkin Xamir
Elkin Xamir
4 años

La luz del mundo
14 Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.

15 Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa.

16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

Mateo 5:14-16