Paz más allá de la realidad

Día a día vemos como el mundo avanza hacia situaciones cada vez más difíciles de llevar, o que para nuestro estilo de vida deseado no nos encaja. Los desastres que se originan de repente por inundaciones, terremotos, por malas edificaciones o por otras situaciones que no esperamos; pero, para tener algo reciente, hace dos años no hubiéramos pensado en vivir la experiencia de la pandemia que hoy vivimos y enfrentarnos a la situación económica y de orden público que no hace mucho presenciamos.

Marie y Jhon Briton, era una pareja que vivía a las afueras de  la ciudad de México, una familia querida y respetada por su estilo de vida. Marie era una maestra de escuela de primaria y su esposo Jhon era un empresario que con parte de las utilidades ayudaba a su entorno. Pasado el tiempo a Marie le diagnosticaron Alzheimer y no pasó mucho para que se notaran las consecuencias de esta enfermedad; Marie tuvo que renunciar a su trabajo, Jhon dejó la empresa en manos de los socios y se dedicó a cuidar a su esposa. Los vecinos todas las mañanas lo veían salir a trotar solo y regresar a desayunar con su esposa y decidieron “brindarle un buen consejo”, le sugirieron que llevara a Marie a un lugar donde la podían cuidar mejor y de esa forma él podía seguir feliz con su vida. Jhon muy respetuosamente agradeció el consejo y les dijo: porque piensan que no soy feliz?, comparto todo el tiempo con la mujer que amo y que un día prometí cuidarla y compartir con ella por siempre; además, si la dejara sola perdería la paz con la cual he gozado toda mi vida.

El relato anterior hace un acercamiento claro de lo que es la paz, no con el amigo, hermano o la pareja. La paz real que podemos experimentar es la paz interior, que a pesar de las dificultades, a pesar de lo que surja en el mundo y de las enfermedades que puedan llegar, sigue viva en nuestro ser. Si somos conscientes de esta necesidad podemos fácilmente encontrarla en la forma en que procedemos minuto a minuto; guardar esa fidelidad por tener tranquilidad interior y por consiguiente con lo que nos rodea será el impulso a siempre hacer lo correcto en todo tiempo y de todas las formas, no por el prestigio, por el miedo o por cualquier otra causa, sino por el hecho de ser fieles a conservar nuestro interior y guardar en la esencia de nuestro ser, la paz.

Yasmín Guerrero