“En cambio, los que confían en el Señor encontrarán nuevas fuerzas; volarán alto, como con alas de águila. Correrán y no se cansarán; caminarán y no desmayarán” Isaías 40:31
A veces, la vida nos enfrenta a momentos en los que nos sentimos completamente agotados, donde nuestras fuerzas parecen haberse agotado y el camino por recorrer parece largo e interminable. Nos encontramos ante pruebas que parecen demasiado grandes, y la desesperanza comienza a hacernos dudar de nuestra capacidad de seguir adelante. Pero es en esos momentos de debilidad donde la fe puede surgir como una fuente inagotable de vida.
El versículo de Isaías, nos recuerda que aquellos que esperan en Dios, aquellos que confían en Él, encontrarán nuevas fuerzas. Nuestra fuerza humana no es suficiente para superar todo lo que enfrentamos, entonces al poner nuestra esperanza en el Dios creador de todo el universo, podemos experimentar un tipo de renovación y empoderamiento en Él, que no tiene límites.
Hoy, tal vez te sientas al límite, pero recuerda que en tus momentos de mayor debilidad, hay una fuerza superior que te fortalece, una esperanza firme que te sostiene y te da alas para volar más alto de lo que jamás imaginaste. Si confías y esperas en Él, encontrarás esa fuerza que tanto necesitas para volverte a levantar y seguir adelante.
He aprendido a ver los mensajes de Dios a través de la naturaleza, y cómo nos lleva a descubrir su profundo significado, por ejemplo; uno de ellos ha sido el anochecer y el amanecer, ese anochecer tan denso, tan oscuro, como si a su llegada todo se apagara, tan frío y silencio, como si ya no hubiese ilusión. Pero para la oscuridad, Dios también le pintó una esperanza y diseñó el despunte del alba, anunciando la llegada de un nuevo día, una esperanza renovada que nos invade la alegría, con sus colores y con esos rayos de sol que abrazan nuestra alma. Además; quiso hacerlo aún más especial y le agregó notas musicales y delegó a todo su coro de pajaritos para que anunciaran la llegada de un nuevo día, una nueva oportunidad para comenzar, y para recordar que el frio y la oscuridad se disiparon y quedaron en el pasado y ahora; TODAS LAS COSAS SON HECHAS NUEVAS.
Papá siempre nos ama y extiende sus brazos para que seamos nosotros quienes decidamos tomarlo y aferrarnos fuertemente a Él y llevarnos hacia la victoria de cualquier toda adversidad, que por grande parezca, jamás nada será más grande y poderoso que Él.
Yo solía tener un dicho que decía: “Todo tiene solución, menos la muerte” y cuando empecé a caminar de la mano del Señor, me enseñó que hasta la muerte sí tiene solución, pues Él fue a la cruz por ti y por mi y entregó su vida para que tuviéramos VIDA ETERNA, entonces el velo de mis ojos cayó y comprendí; Que a lo que yo le llamaba fin, Dios le llamaba inicio, principio de una nueva vida donde no existirá nunca más ni el llanto ni el dolor. Entonces mi corazón se agitó y lo amó como nunca antes lo había hecho.
Caminemos por la vida con los ojos puestos en el reino de Dios, como lo primero y verdadero, así como nos promete su palabra, que después de esto, todo lo demás se nos dará por añadidura.
Equipo de escritores